miércoles, 28 de mayo de 2008

PUNTO DE PARTIDA






Siendo Bogotá el lugar donde convergen realidades de toda índole, económicas, políticas, culturales; las realidades sociales, enmarcan el fenómeno de la pobreza en la ciudad siendo el problema de la alimentación el de mayor incidencia y más cuando de 7 millones de habitantes el 14 por ciento se encuentra en estado de miseria. Y de ese 14 la mayor dificultad es la alimenticia.

Dadas estas problemáticas la Alcaldía Mayor de Bogotá ha evidenciado su preocupación gestionando proyectos como Bogotá bien alimentada, en donde la participación ciudadana y las acciones colectivas, se convierten en el principal ingrediente para construir posibles caminos de solución.

Uno de los proyectos de acción distrital para reestablecer el derecho a la alimentación de la ciudadanía y que ha contrarestado los problemas de pobreza y marginalidad es la conformación y creación de comedores comunitarios. El epicentro de dicho proyecto radica en la vinculación y atención de familias en condiciones de vulnerabilidad; priorizando a niños y niñas, mujeres gestantes y madres lactantes, personas con discapacidad física entre otros

Alimentación adecuada, con un aporte del 35% al 40% de las recomendaciones diarias de calorías y nutrientes, formación en estilos de vida y alimentación saludables, para propiciar el cambio de actitudes y hábitos alimentarios, formación e información para facilitar el acceso a la red de servicios sociales básicos y, así, promover procesos de inclusión social.
Dentro esta vinculación se hace imprescindible el trabajo a través de las llamadas redes sociales, programas de autogestión, que funcionan bajo un principio de colectividad donde sus miembros comparten una identidad, una experiencia y en este caso en particular una realidad, la realidad de la marginalidad.
El objetivo de dicha estrategia es la garantía a las personas y al colectivo social al derecho fundamental al alimento, en la perspectiva de la sostenibilidad, a través de una política de mediano y largo plazo que le permita a la ciudad la adecuada y oportuna producción, provisión, almacenamiento, comercialización, distribución y acceso a los alimentos, teniendo en cuenta la especial situación de vulnerabilidad en la que se encuentran ciertos sectores poblacionales, sobre los cuales recaerá una declaratoria especial de emergencia social[1]

Partiendo del anterior planteamiento, el grupo investigativo entra a analizar la generación del paradigma informacional, centrándolo sobre el concepto de flujo, en cada una de las redes sociales que intervienen en el colectivo del proyecto Bogota bien alimentada. Surgiendo como interrogante ¿de que forma los flujos informacionales contribuyen a la conformación de nuevas redes sociales donde la participación es el eje fundamental de futuros cambios sociales desde espacios de marginalidad?
Pese a que el proyecto Bogotá bien alimentada viene gestionándose hace ya cuatro años ( Bogotá sin hambre) para las diferentes comunidades esto representa una dinámica nueva no solo en v cada una des sus realidades sino también en la forma de relación y socialización entre las mismas.
Esta nueva dinámica ha traído consigo la conformación de las ya mencionadas redes sociales (nuevos lenguajes, nuevas colectividades).
Partiendo de la anterior premisa el grupo investigativo centra su objeto de estudio en corroborar si los flujos informacionales afectan o no en posibles cambios sociales en la comunidad de Caracoli –Ciudad Bolívar.
[1] Consuelo Corredor, “La perspectiva de derechos en el Plan de Desarrollo”.

No hay comentarios: